Día de la Lealtad
Los 17 de octubre los peronistas celebramos el Día de la Lealtad, porque fue en esa fecha, de 1945, cuando se produjo una de las más multitudinarias y espontáneas movilizaciones de nuestro pueblo en defensa de quien definitivamente sería su líder más preciado, Juan Domingo Perón.
La manifestación del pueblo trabajador que colmó en aquella jornada la Plaza de Mayo, con sus pies ardientes de la larga caminata buscando refugio en las frescas fuentes ornamentales con agua, no sólo permitió liberar de su prisión a Perón, sino que marcó un hito histórico en el derrotero del “subsuelo de la Patria sublevado”.
A partir de entonces, la suerte del Pueblo quedaba sellada a la suerte de Perón. Y, desde entonces, cada 17 de octubre los peronistas celebramos el Día de la Lealtad.
Pero, a 65 años de aquél hecho que marcaría para siempre la historia argentina, ¿qué significa hoy celebrar la Lealtad?
La respuesta, que puede parecer compleja, es sin embargo muy simple: significa continuar por el camino trazado por Eva y Juan Perón, izar bien altas sus banderas y llevarlas a la victoria, sostener en nuestra práctica cotidiana los principios rectores de nuestro movimiento: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.
Hoy, como ayer, el peronismo enfrenta el mismo desafío de ser la fuerza capaz de representar a los más humildes, a los desposeídos, a los excluidos, pero no para ganar su gracia y sujetarlos a esa situación, sino para crear las condiciones que, como lo hicieron Perón y Evita, permitan el ascenso social de las trabajadores y de los menos tienen, garanticen la Felicidad del Pueblo.
Porque hoy la lealtad no es con el líder, que ya no está, sino con su legado, siempre presente, vigente y actual.
Lealtad significa hoy seguir construyendo la grandeza de la Patria por medio de la creación y el sostenimiento del empleo, del desarrollo económico con inclusión social, de la atención a los más chicos y a los adultos mayores.
Significa impulsar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, apoyar a la industria nacional, cooperar con el desarrollo de la agroindustria, mantener las líneas que han permitido a la Argentina salir del Infierno y comenzar a caminar un sendero de independencia en su destino Latinoamericano.
Bajar las índices de pobreza e indigencia, aumentar el número de jubilados, universalizar la asignación por hijo, seguir generando puestos de trabajo, quitar de encima de nuestras espaldas la pesada deuda externa que nos agobió durante tantos años, todo ello significa celebrar la Lealtad con los postulados de Perón y Evita, que no hicieron otra cosa que eso: elevar al Pueblo y generar una sociedad más justa y armoniosa.
Por eso, en este 2010 vamos a celebrar el Día de la Lealtad con las banderas de Evita y Perón bien altas, con nuestros principios doctrinarios intactos, con la misma pasión que nuestros padres y abuelos abrazaron la causa del Pueblo e hicieron del Movimiento Nacional Justicialista la fuerza popular más grande y poderosa de Latinoamérica.
Luis Daniel Rubeo
Secretario General Departamental Rosario del Partido Justicialista
carlosgarcia686@yahoo.com.ar
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