ECOLOGÍA

A RECUPERAR EL ARBOLADO PUBLICO EN VGG
En la ultima tormenta fuerte que sufrimos en nuestra ciudad, más de un centenar de árboles sufrieron daños. Pudimos observar ramas caídas en las calles, algunos viejos árboles se derrumbaron sobre casas de vecinos, autos, veredas y calles.
Hay una legislación para el arbolado público en nuestra provincia que sería interesante la estudiemos todos y pongamos en práctica.
Muchos vecinos amamos los árboles y nos duele que se rompan o corten, celebramos sus brotes y disfrutamos su generosa sombra. Otros odian a los árboles porque sus raíces rompen sus veredas, las hojas tapan su césped o les dan alergia su pólen o sus frutos. Algunos pocos son indiferentes a ellos.
Debemos pensar que los árboles son seres vivientes que comparten nuestro hábitat enriqueciéndolo no sólo de oxígeno.
Para los que piensan en el árbol como un objeto y no como un ser viviente, la poda no es un daño sino una especie de limpieza.
Pero todo corte representa un riesgo alto de infecciones por hongos o bacterias, potenciado por los altos niveles de contaminación atmosférica que reducen las defensas naturales también las de los vegetales. La poda debe realizarse responsablemente y por personas especializadas.
Es necesaria la reactivación del vivero municipal para concentrar responsablemente todas las actividades relacionadas a nuestro arbolado comenzando a proveer de plantas y árboles para toda la ciudad, dictando cursos de poda, riego y demás, controlar su estado. Podremos entonces reponer árboles, cuidar los que tenemos y multiplicarlos.
Son decenas de miles los árboles que hacen falta para terminar de cubrir nuestras veredas. También existen numerosos terrenos destinados a espacios verdes que, hoy por hoy, terminan siendo ocupados con viviendas precarias. Las avenidas de acceso a zonas fabriles, el parque industrial... Necesitamos muchos más pulmones en nuestra ciudad.
Existe una iniciativa de la Oficina de Medio Ambiente con la colaboración de Parques y Paseos de la Municipalidad en este sentido. Esperemos que tenga el respaldo que merece la insustituible función de nuestro arbolado público.
NANCI ZAPPALÁ